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Los productos químicos forman parte de la vida cotidiana. Según la Organización Internacional del trabajo (OIT) en el mundo existen de 5 a 7 millones de distintos productos químicos conocidos y al año se producen al menos 400 millones de toneladas de estos.

Los productos químicos presentan un amplio rango de efectos potencialmente adversos, desde los riesgos para la salud tal como la irritación ocular, cutánea o respiratoria, daño en órganos, en los sistemas inmunitario, respiratorio, cardiovascular, nervioso, reproductor o endocrino, así como enfermedades congénitas o crónicas, como el cáncer y los riesgos físicos como la inflamabilidad, corrosividad, explosividad y reactividad hasta los riesgos ambientales, tales como la contaminación generalizada y la toxicidad en la vida acuática. Muchos incendios, explosiones y otros desastres resultan del control inadecuado de sus riesgos físicos.

La mejor forma para lograr un adecuado manejo es realizar un inventario de las sustancias químicas que se encuentran en las diferentes áreas, revisar que estén debidamente etiquetadas, clasificarlas por incompatibilidad y contar con las hojas de datos de seguridad para transmitir información sobre los riesgos y las medidas de protección asociadas, uso de equipo de protección personal cuando sea necesario, capacitación a los trabajadores expuestos, monitoreo médico, procedimientos y prácticas sobre protocolos de seguridad durante el transporte y  disposición final adecuada.

 

El sistema globalmente armonizado (SGA) tiene su origen en la conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo y Medio Ambiente (ONCED) celebrada en Brasil en 1992 siguiendo una iniciativa de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

En México está presente la Norma Oficial Mexicana NOM-018-STPS-2015 “Sistema armonizado para la identificación y comunicación de peligros y riesgos por sustancias químicas peligrosas en los centros de trabajo”. El objetivo de esta norma es establecer los requisitos para disponer en los centros de trabajo del sistema armonizado de identificación y comunicación de peligros y riesgos por sustancias químicas peligrosas, a fin de prevenir daños a los trabajadores y al personal que actúa en caso de emergencia.

Aplica a todos los centros de trabajo donde se usen, trasladen, trasvasen, almacenen o procesen sustancias químicas peligrosas; pero no se incluye en productos de consumo, farmacéuticos, aditivos alimentarios, cosméticos, residuos de plaguicidas en los alimentos y residuos peligrosos.

Este sistema armonizado de identificación y comunicación de peligros y riesgos debe incluir lo siguiente:

Ejemplo de hoja de datos de seguridad:

Ejemplo de etiquetado:

Los pictogramas son símbolos con forma de rombo, borde color rojo apoyado en un vértice y un símbolo en color negro con fondo de color blanco, que permiten comunicar información específica del peligro que presentan las sustancias químicas peligrosas o mezclas en el centro de trabajo, en el transporte, para los consumidores y sobre el medio ambiente. Se cuenta con una lista de criterios de clasificación de acuerdo con los peligros para la salud, físicos y medioambientales, los cuales se muestran a continuación:

 

Existen ventajas al utilizar el SGA como por ejemplo mejorar la comunicación coherente y simplificada de los peligros de los productos químicos y las prácticas que deben seguirse para manipularlos y utilizarlos de manera segura y cobrar mayor conciencia de los peligros, lo que contribuirá a utilizar los productos químicos de manera más segura en el lugar de trabajo y en el hogar.

Sustancias químicas de uso cotidiano

Antes de elegir un producto de limpieza o antimicrobiano, primero se deberá decidir si la superficie debe limpiarse, sanitizarse o desinfectarse. En la mayoría de los casos, se deberá limpiar una superficie antes de sanitizar o desinfectar. Al decidir qué productos usar en una superficie, hay varios factores a considerar, los diferentes tipos de superficies requieren diferentes tipos de productos y métodos para eliminar microorganismos, si la superficie requiere sanitización que elimina la mayoría de los microorganismos al nivel de 99.9%, en superficies sin contacto con alimentos o si requiere desinfección (para eliminar prácticamente todo).

Algunas enfermedades infecciosas se propagan por gotas respiratorias, aerosoles y contacto con fómites. Desinfectar o sanitizar las superficies no evitará por completo la propagación de estas enfermedades. La única forma de prevenir la propagación de estas enfermedades transmitidas, es el seguimiento de los protocolos de prevención sanitaria.

Limpieza

Reduce los microorganismos, la suciedad y las impurezas al eliminarlos de superficies u objetos. La suciedad y el material orgánico hacen que algunos desinfectantes sean menos efectivos, por lo que la limpieza es necesaria antes de desinfectar en la mayoría de los casos. Funciona usando jabón o detergente y agua en superficies.

Sanitización

Es el proceso de disminución de partículas viables (cualquier partícula que bajo condiciones ambientales apropiadas puede reproducirse) por medio de agentes químicos, que destruyen microorganismos especialmente patógenos, posterior a la actividad de limpieza.

Desinfección

Es la reducción del número de microorganismos presentes, por medio de agentes químicos y/o métodos físicos, en el caso de alimentos a un nivel que no comprometa la inocuidad o la aptitud de este, así como en bebidas o suplementos alimenticios. Generalmente no elimina las esporas.

El uso excesivo e indebido de estos productos es una preocupación creciente para la salud pública y el medio ambiente. Algunos productos desinfectantes están creando microorganismos que pueden mutar en formas que son resistentes a desinfectantes particulares, ya que puede eliminar a los microorganismos más débiles, pero los más resistentes sobreviven.

El uso incorrecto incluye:

  • Utilizar el desinfectante sin eliminar primero la suciedad visible de la superficie;
  • Limpiar o enjuagar el desinfectante de la superficie antes de que termine el tiempo de permanencia (contacto) recomendado;
  • No utilizar la proporción de dilución recomendada (no lo suficientemente concentrada).

Por lo anterior mencionado, la Agencia de Protección Ambiental publicó una hoja informativa con los seis pasos para el uso seguro y efectivo de desinfectantes:

  • Paso 1: Verifique que su producto esté aprobado por la EPA;
  • Paso 2: Lea las instrucciones;
  • Paso 3: Limpie la superficie previamente;
  • Paso 4: Siga el tiempo de contacto;
  • Paso 5: Use guantes y lávese las manos;
  • Paso 6: Guárdelos bajo llave.

Los productos que aparecen en la lista de desinfectantes registrados por la EPA (Agencia de Protección Ambiental) han calificado para usarse contra el COVID-19 a través del programa de patógenos virales emergentes de la agencia. Los principales ingredientes activos en esta lista son:

  • Hipoclorito de sodio
  • Compuestos fenólicos
  • Etanol
  • Isopropanol
  • Sales de amonio cuaternario
  • Ácido clorhídrico
  • Peróxido de hidrógeno
  • Iones de plata
  • Ácido cítrico
  • Yodo
  • Ácido peroxiacético

Estos productos son para uso en superficies, no en seres humanos. Es importante no mezclarlos y seguir las instrucciones en la etiqueta para usarlos de manera segura y eficaz.

Fumigación

La fumigación es la aplicación de un plaguicida en estado gaseoso (fumigante) para el control de plagas en un espacio confinado. Esta operación se realiza en espacios confinados que deben sellarse herméticamente a fin de evitar pérdidas de la sustancia aplicada.

El control de plagas es la acción de mantener las poblaciones de plagas por debajo de los niveles que causan un perjuicio a la salud de los humanos, animales y flora. Este incluye la aplicación de plaguicidas y desinfectantes. Los sitios donde los servicios de control de plagas pueden realizar sus actividades son: casas habitación, centros de salud, guarderías, fábricas, locales comerciales, mercados, oficinas, jardines, calles y otros sitios públicos; y en los que en consecuencia se presentan plagas que afecten la salud pública.

Los lineamientos de las condiciones sanitarias de control de plagas, se pueden consultar en la Norma Oficial Mexicana NOM-256-SSA1-2012, Condiciones sanitarias que deben cumplir los establecimientos y personal dedicados a los servicios urbanos de control de plagas mediante plaguicidas.

Con el objetivo de comprobar que los servicios para sanear, desinfectar y/o sanitizar (excepto fumigación y/o aplicación de plaguicidas), espacios públicos y privados, se realicen de conformidad con las buenas prácticas en el uso de desinfectantes durante la prestación de los servicios que se señalan en la NOM-256-SSA1-2012, estos deberán cumplir con la documentación y requerimientos listados por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) para su cumplimiento así como posteriores visitas de verificación sanitaria.

Los productos químicos pueden causar efectos en todos los sistemas del cuerpo humano, dependiendo de la vía de entrada, si es por vía respiratoria, digestiva o dérmica, del tiempo de exposición a las mismas, del número de exposiciones, del estado físico (sólido, líquido o gaseoso) y de la sensibilidad o susceptibilidad de las personas a esas sustancias.

Algunos de los daños a la salud que se pudieran presentar al no tomar en cuenta las medidas preventivas en el manejo de sustancias químicas son: irritación en piel, ojos y vías respiratorias, cambios en la pigmentación en la piel, daños al hígado y riñones, mutagenicidad, cáncer e incluso hasta la muerte.

Debido a esto es de suma importancia llevar a cabo el manejo adecuado de las sustancias químicas y materiales peligrosos ya que a través de dicha gestión se busca prevenir o mitigar riesgos a la salud y al ambiente, tomando en cuenta que la dispersión de contaminantes químicos no tiene fronteras y sus impactos pueden ser no solo locales sino globales.

Por lo anterior, en la UANL actualmente se está promoviendo en todas las dependencias atender este rubro tomando como base lo establecido en la NOM-018-STPS-2015, ya que diariamente miles de personas (alumnos, profesores y empleados) realizan actividades académicas, de investigación y/o mantenimiento en laboratorios, talleres, imprentas, entre otras, donde se utilizan sustancias químicas, por lo que se están llevando a cabo cursos y conferencias como capacitación y adiestramiento a todo el personal que está involucrado en el manejo de sustancias químicas y materiales peligrosos.

Además, en la página web de la SS se tiene disponible la Guía de Sustentabilidad para Talleres y Laboratorios donde entre otros temas se incluye información del manejo de residuos y sustancias químicas.