Los Residuos de Manejo Especial (RME), son definidos en la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos (LGPGIR) como aquellos generados en los procesos productivos, que no reúnen las características para ser considerados como peligrosos o como residuos sólidos urbanos, o que son producidos por grandes generadores de residuos sólidos urbanos.
Los Aparatos Eléctricos y Electrónicos (AEE) son dispositivos que dependen de corrientes eléctricas y campos electromagnéticos para que realicen un correcto funcionamiento, y que, al ser descartados o desechados por el propietario o usuario se convierten en Residuos de Aparatos Eléctricos y electrónicos (RAEE), también conocidos como e-waste o Waste Electrical and Electronic Equipment (WEEE) por sus siglas en inglés. Una de las características principales de los aparatos eléctricos y electrónicos es que contienen sustancias (plomo, cadmio, mercurio, cromo y compuestos orgánicos persistentes) que por sus propiedades pueden causar efectos tóxicos en la salud y al medio ambiente si no son manejados adecuadamente.
También poseen sustancias con un alto valor económico (paladio, oro, plata, cobre, rutenio, indio, etc.) que pueden ser recicladas y reincorporadas como materia prima para nuevos productos. Un grupo de sustancias peligrosas contenidas en los RAEE, son los retardantes de flama halogenados, como son los bifenilos polibromados (PBB), bifenilos policlorados (PCB) y los éteres de polibromodifenilos (PBDE). Dichos compuestos fueron incorporados al Convenio de Estocolmo (CE) en el año 2009, en el cual México y otros 180 países forman parte del mismo.
Los aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) estan catalogados según lo anterior como RME, para lo cual existen distintos planes de manejo para su tratamiento adecuado una vez que se termina su vida útil.
De acuerdo al Informe de la Situación del Medio Ambiente en México 2018, en el año 2013 se recolectaron en México aproximadamente 1.3 millones de toneladas de RAEE y desde el 2013 al 2017 se han recolectado 2.17 millones de equipos celulares, lo cual representó un total de 325,095 toneladas de equipos celulares, más 633,701 toneladas de accesorios como cargadores, baterías externas, memorias, cables, entre otros.
Una de las principales características de los aparatos eléctricos y electrónicos es que contienen sustancias como el plomo, cadmio, mercurio, cromo y compuestos orgánicos persistentes, que por sus propiedades pueden causar efectos tóxicos en la salud y al medio ambiente si no son manejados adecuadamente. También poseen sustancias con un alto valor económico como el paladio, oro, plata, cobre, rutenio e indio, que pueden ser recicladas y reincorporadas como materia prima para nuevos productos.
Dada la era digital que se vive actualmente, se ha incrementado la cantidad de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos que se generan, los cuales pueden ser nocivos para el medio ambiente y la salud humana si no se disponen de manera adecuada. Con el objetivo de evitar esta problemática, la UANL a través de la Secretaría de Sustentabilidad (SS) realizó 2 campañas de reciclaje electrónico en junio y octubre de 2022 en las cuales se recolectaron 35.70 toneladas de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE).
Las dependencias que participaron en ambas campañas de reciclaje electrónico como centros de acopio fueron:
Los residuos una vez recolectados por un prestador de servicios autorizado por el gobierno del estado son llevados a centros de acopio en donde son clasificados en grupos y separados en sus diferentes componentes. Por ejemplo, el plástico es llevado a recicladoras locales para ser incorporado como materia prima para la elaboración de nuevos productos tales como juguetes y tarimas; el cobre y el aluminio se envían a una fundición nacional para la elaboración de cable eléctrico, tubería de cobre, rollos de aluminio, etc., por último, las tarjetas electrónicas y fuentes de poder se envían a empresas extranjeras en donde los metales preciosos entre otros materiales son recuperados para ser incorporados a otros ciclos productivos para la elaboración de celulares, vistas de autos, abanicos, plumas, etc. Dado lo anterior, los residuos generados en la UANL siguen un modelo de economía circular como se muestra en la siguiente figura:
El monto económico recaudado en la comercialización de los materiales recolectados en las campañas de reciclaje electrónico es utilizado para otorgar el Premio al mejor proyecto de sustentabilidad donde pueden participar alumnos inscritos, profesores y personal administrativo que se encuentren laborando en la UANL .La convocatoria se realiza de forma anual .El proyecto debe destacar la importancia en alguno de los ámbitos de la sustentabilidad: social, económico o ambiental y su impacto en la comunidad universitaria.En el año 2022 el ganador del premio fue la Preparatoria No. 16 con el proyecto “ Implementación de una estrategia sustentable para el mantenimiento de las áreas verdes de la Preparatoria No. 16” . Dicho premio fue entregado por el Sr. Rector de nuestra máxima casa de estudios Dr. en Med. Santos Guzmán López al MEC Martín Muñiz Zamarrón Director de la dependencia y al equipo ganador , esto durante la 12ª Reunión de Enlaces para la Sustentabilidad llevada a cabo en el mes de junio .
Una de las principales causas de contaminación de aguas superficiales y subterráneas es el vertido incontrolado de los residuos generados en la preparación de alimentos como son los aceites y grasas vegetales y/o animales, ya que son capaces de crear una capa sobre la superficie del agua que dificulta el paso de oxígeno pudiendo matar a los seres vivos de los ríos, canales o mares. Se estima que un litro de aceite usado puede contaminar de 1,000 a 10,000 L de agua produciendo obstrucciones, malos olores y la proliferación de plagas en los sistemas de desagüe y/o alcantarillado además de dañar también al suelo.
La UANL promueve un programa de recolección y disposición del aceite vegetal generado en las cafeterías que operan dentro de los campus con una empresa especializada y que cuenta con las autorizaciones correspondientes.
Una trampa de grasas es un dispositivo especial fabricado en acero inoxidable que se utiliza para separar los residuos sólidos y las grasas que bajan por las pocetas de lavado y de procesamiento de alimentos en restaurantes, hoteles, negocios de comidas rápidas, plantas de producción y en diferentes aplicaciones y procesos industriales.
¿Cómo funciona la trampa?
La trampa retiene por sedimentación los sólidos en suspensión y por flotación el material graso. La trampa tiene dos compartimentos, ambos separados por una rejilla de acero inoxidable encargada de no dejar pasar sólidos. En el compartimento más grande, por donde llegan los líquidos con sólidos disueltos, la grasa se separa al ser más liviana que el agua. Por el otro compartimento va a salir el agua “limpia”.
Tener trampa de grasas y aceites permite evitar consecuencias como:
Este avance en las cafeterías de la UANL sirve para dar cumplimiento a lo estipulado en las Normas Oficiales Mexicanas NOM-002-ECOL-1996 “Limites máximos permisibles contaminantes en las descargas de agua residuales a los sistemas de alcantarillado urbano o municipal” y NOM-251-SSA1-2009 “Prácticas de higiene para el proceso de alimentos, bebidas o suplementos alimenticios”.
El tratamiento de los residuos orgánicos cada día reviste más importancia dada la dimensión del problema que representa no solo por el aumento de los volúmenes generados sino también por la utilización de fertilizantes de origen químico los cuales además de contaminar al ambiente y tener mayor costo representan un riesgo para la salud de las personas que los manejan y para los consumidores de los productos.
La Facultad de Agronomía de la UANL lleva a cabo un proyecto de uso y aprovechamiento de los residuos del ganado (estiércol) y el uso de podas (residuos de jardines) del campus Marín, el cual consiste en tratar dichos residuos utilizando lombrices donde se obtienen humus o abono (lombricomposta) y un lixiviado rico en nutrientes esenciales (ácidos fúlvicos) los cuales son utilizados para fertilizar el vivero, los cultivos experimentales y los jardines del mismo campus.