Las áreas cubiertas de vegetación natural o plantada que se encuentra bajo el resguardo de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) es un componente clave de sus campus, no solo por su valor estético y recreativo, sino también por los beneficios ambientales que ofrece. Estas áreas contribuyen significativamente a mejorar la calidad del aire, producir oxígeno, captar dióxido de carbono y recolectar agua de lluvia. Además, ayudan a reducir el estrés y promover el bienestar físico y emocional de la comunidad universitaria.
Los jardines, parques y espacios naturales gestionados por la UANL funcionan también como hábitats para especies nativas de flora y fauna, lo que impulsa la conservación de la biodiversidad local. Estos entornos no solo son valiosos desde el punto de vista ecológico, sino también educativo, ya que sirven como laboratorios vivos donde los estudiantes pueden explorar temas relacionados con los ecosistemas, la sustentabilidad, el manejo de recursos naturales y la conservación ambiental.
El compromiso de la UANL con la infraestructura verde se refleja en sus acciones para crear, conservar y mantener estos espacios, buscando siempre su integración armónica con las instalaciones universitarias. A través de estas iniciativas, la universidad promueve una cultura de respeto y 58 cuidado ambiental, reforzando su papel como institución educativa responsable y promotora del uso sustentables de los recursos naturales.