Sustainability Secretariat

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN

SECRETARÍA DE SUSTENTABILIDAD 

Institutional program for waste management

Fenómenos globales como el incremento de la población, la creciente tendencia a la urbanización, el crecimiento económico y los patrones de producción y consumo claramente insostenibles, ligados a una economía lineal han generado un constante aumento en la generación de residuos. Esas características se hacen presentes en la región de América Latina y el Caribe, donde aproximadamente el 80% de la población es urbana. Según los estudios realizados, la consecuencia inevitable de las características mencionadas proyecta un aumento exponencial en la generación de residuos en la región de más del 60% para el 2025 (Banco Mundial, 2012).

Los ambientalistas intentan alertar sobre las consecuencias de una economía lineal iniciada con la primera Revolución Industrial y que se puede sintetizar en la noción de tomar-hacer-tirar, esto es, extraer los recursos naturales para utilizarlos en los procesos de producción y distribución de bienes, cuyos residuos se deben disponer. El resultado: una sociedad orientada a generar residuos. Sin embargo, hacia fines del siglo XX el crecimiento industrial exponencial ya comenzó a dar signos de escasez de los recursos naturales por su excesivo uso y el consiguiente agotamiento de sus reservas. El pensamiento expuesto y los datos de la realidad llevan a la consistente conclusión de que este modelo económico es claramente no sostenible para un mundo de 7000 millones de habitantes que aspiran a obtener un mayor estándar de vida, y menos aún para los 9000 proyectados para 2050. En 2015, la población de América Latina y el Caribe, en particular, se estimó en 630 millones de personas, y la proyección para 2025 asciende a 691 millones (UNEP, 2016). La solución entonces es un cambio de paradigma con un objetivo: una sociedad orientada a generar recursos. Aparece así el concepto de economía circular, enfocado a reproducir el mecanismo biológico de la naturaleza incorporando la idea de un metabolismo industrial basado en pensar y diseñar los productos para que luego de un primer uso puedan ser reutilizados o constituirse en una materia prima secundaria para un nuevo proceso industrial o para generar energía alternativa, desplazando así a los combustibles fósiles. De esta manera se inicia un camino de transición donde el objetivo fundamental es dejar de lado la concepción de disposición final de los residuos heredada de la economía lineal para pasar sucesivamente a una adecuada gestión de residuos hasta una verdadera gestión de los recursos como parte integrante de una economía circular.

Composición de los Residuos Sólidos Urbanos (RSU)

Los componentes encontrados en los RSU son muy variados, esto es debido a los diferentes factores relacionados con la actividad humana; pueden estar determinados por las características de la población que los genera, el nivel cultural y económico de la población (urbana, rural, turística, industrial, etc.), también pueden variar según la época del año en que se generan. Los RSU con características reciclables (papel, cartón, plástico, metal y vidrio) constituyen una fracción sustancial que va desde el 16% en países de bajos ingresos hasta alrededor del 50% en los países de altos ingresos

According to the report data What a waste 2.0: A global snapshot of solid waste management to 2050 publicado por el Banco Mundial, se estimó que la generación mundial de RSU en 2016 alcanzó 2010 millones de toneladas (Mt). Para 2030, se espera que el mundo genere 2590 Mt de residuos anualmente y para 2050, se espera que se alcancen los 3,400 Mt. En México, según la cifra más reciente publicada en el Basic diagnosis for comprehensive waste management of the Secretariat of Environment and Natural Resources (SEMARNAT) en 2020, la generación de RSU per cápita calculada fue de 0.944 kg/hab/día y la generación total de residuos en el país se estima en 120,128 t/día. El 31.56% corresponde a residuos susceptibles de aprovechamiento, el 46.42% a residuos orgánicos y el 22.03% a “otros residuos”. En este sentido, a nivel federal la SEMARNAT promueve la gestión integral de los residuos, desde su generación hasta su disposición final pasando por las etapas intermedias de recolección, transporte, acopio– transferencia, aprovechamiento y tratamiento, a través de planes, programas y marco regulatorio, complementado con estrategias de educación, capacitación, comunicación y fortalecimiento del marco jurídico y administrativo, entre otras. En este ámbito, la Secretaría de Sustentabilidad (SS) de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) a través de la Dirección de Gestión Ambiental y Seguridad Operativa (DGASO), lleva a cabo la implementación de un plan de manejo integral para los diferentes tipos de residuos que se generan en los campus de la UANL, con el objetivo de eliminar y/o minimizar los impactos provocados por un manejo inadecuado de los mismos, cumpliendo así con las regulaciones ambientales vigentes y fomentando la cultura del cuidado ambiental entre la comunidad universitaria y su entorno social.

Urban Solid Waste (RSU) at the UANL

Conforme a lo estipulado en la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, los RSU que se generan en la UANL son recolectados y trasladados por empresas autorizadas al relleno sanitario del Sistema Integral para el Manejo Ecológico y Procesamiento de Desechos (SIMEPRODE) en el municipio de Salinas Victoria, Nuevo León y el cual es administrado por el Gobierno del Estado de Nuevo León. En este lugar una parte de los camiones recolectores llevan los residuos a una planta clasificadora que se encarga de separar el material reciclable como el cartón, papel, aluminio, plásticos y acero, y el resto es llevado a las celdas del relleno sanitario donde se compactará para reducir su volumen y se cubrirá con capas de arcilla y tierra. Además, se cuenta con infraestructura para la captación del metano (biogás) generado por la descomposición anaeróbica de los residuos orgánicos, así como con pozos para el monitoreo de lixiviados. El biogás es conducido a través de un sistema especial hacia la planta de bioenergía de Servicios Sustentables de Nuevo León S.A. de C.V. (SSNL), anexa al relleno, donde es convertido en energía eléctrica la cual es utilizada para alimentar la red de alumbrado público de siete municipios del área metropolitana de Monterrey, cinco dependencias del gobierno estatal, el parque fundidora, además de proveer energía al sistema colectivo de transporte Metrorrey (tren eléctrico urbano) como parte de las acciones de mitigación de gases de efecto invernadero realizadas en el país.

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